Fr. Bruno Tröndle (1947-2023)

En la mañana del 13 de septiembre de 2023, nuestro hermano Bruno Tröndle falleció en la casa de salud de St. Katharina de Werne a los 77 años. Un día antes había sido dado de alta en el Hospital de Werne, donde estuvo internado por dos semanas. Fue miembro de la Curia General.

Bruno Thöndle nació en Bad Säckingen, en Baden meridional, hijo de Hannelore Tröndle, ama de casa. El padre fue un soldado francés de Hanoi. De 1953 a 1960 Bruno fue a la escuela elemental de Laufenburg y desde allí estuvo cerca de los Capuchinos de Bad Säckingen. En septiembre de 1066 entró en el postulantado de Stühlingen para prepararse a la admisión en la Orden de los Capuchinos. Luego del año de noviciado fue transferido a nuestro convento de Münster, donde se le confió el oficio de cocinero, sacristán y portero. Fr. Bruno emitió la profesión solemne en enero de 1972 en la iglesia parroquial de la Santa Cruz de Bad Säckingen, confiada a los Capuchinos.

Las dos veces que estuvo en Roma 1982-1989 y 1994-1998 fueron interrumpidos por cinco años de portero en nuestra Citykloster Liebfrauen de Fráncfort sobre el Meno, donde nuevamente trabajó en el trabajo pastoral con los artistas, como en Münster. Como portero de la Curia general en Roma, fr. Bruno tuvo naturalmente numerosos contactos con los hermanos, superiores religiosos e incluso obispos de todo el mundo, en particular de los países de misión, que iban muchas veces de visita para discutir las cuestiones más diversas con el Gobierno de la Orden. Como cordial portero, se hizo conocer en todo el mundo y, en ocasión de los Capítulos Generales y de otros encuentros, utilizó sus excelentes dotes de camarero en el comedor y en las recreaciones de la tarde. Tuvo también contactos en el Vaticano y así pudo conseguir para amigos y conocidos entradas para las audiencias papales o cartas de saludo del Santo Padre. Aún hoy, en la Curia general se habla de “fray Bruno”, el amable portero de “Alemania”.

En 1998 fr. Bruno regresó a Alemania, a nuestro convento de Münster, para asumir nuevamente el oficio de portero, donde continuó también sus amados contactos con los artistas y actores. En los primeros años del milenio fue nuevamente por algún tiempo a Fráncfort Liebfrauen, pero regreso a Münster. Su salud ya no era tan buena. Cuando se sentía mejor, de vez en cuando atendía la puerta. En los últimos años fue atendido en la enfermería del convento.

Con cristiana tristeza, pero sobre todo con gratitud y esperanza por una nueva vida en la gloria eterna de Dios, saludamos a nuestro hermano Bruno y lo confiamos a la oración de todos los que lo conocieron, le estuvieron cerca y le estimaron. ¡Gracias, hermano Bruno por tu vida!