Presencia de los Capuchinos en Albania

Los Hermanos Capuchinos llegaron a Albania en 1993, poco después de la caída del régimen, y son una hermosa presencia en este país báltico. Actualmente hay tres fraternidades con tres hermanos cada una, dos albaneses, tres alemanes y cuatro italianos, y constituyen una Delegación de la Provincia de Bari (Italia). Los tres hermanos de la Provincia de Alemania forman parte de una fraternidad en la zona montañosa.

La dictadura comunista de 1945 a 1990 impuso al País una durísima y sangrienta persecución religiosa dando a esta tierra una nueva generación de mártires, que se suman a tantos otros de los siglos pasados. Los señales de estos mártires son muy evidentes en todas las actuales presencias de la Iglesia Católica, así como lo es Santa Teresa de Calcuta, la figura más ilustre de esta tierra.

El País, con 2.500.000 habitantes, actualmente vive una situación de fuerte éxodo. En los últimos 10 años casi un millón de personas (especialmente jóvenes) emigraron, y la mayor parte de los que quedan, quieren encontrar el modo de partir lo antes posible; esto complica mucho el trabajo pastoral y vocacional: quien ayer colaboraba o hacía un camino, hoy ya no vive aquí.

Los hermanos de la Delegación están buscando vivir la misión a partir de nuestros valores: fraternidad, minoridad, oración y vida apostólica, inspirados en los objetivos de las “fraternidades San Lorenzo”. De hecho, su intenso y creativo trabajo pastoral es realizado de modo muy fraterno en el cual todos son participantes, no tienen empleados para las los servicios de la casa y viven un ritmo de oración y meditación conforme a la vida capuchina. Además, hacen un hermoso esfuerzo de inculturación en la lengua y las costumbres del lugar y en el servicio que prestan a los pobres y a la Iglesia local. En las dos Diócesis donde estamos, entre los muchos trabajos, nuestros hermanos son los responsables de la pastoral juvenil. Es de notar la cercanía y colaboración con las otras Congregaciones presentes en el lugar a través de muchas iniciativas como, por ejemplo, experiencias de misiones populares en sinergia.

Oramos al Señor para que continúe bendiciendo nuestra viva presencia en Albania, que este año celebra sus 30 años, para que los hermanos puedan perseverar en este santo servicio y puedan encontrar nuevas vocaciones en este ambiente complejo.