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Tránsito de San Francisco 2024

La entrada a la vida verdadera 

El 3 de octubre en la Basílica de Santa María de los Ángeles en Asís, como todos los años, se celebró las solemnes Vísperas en recuerdo del Tránsito de nuestro Padre San Francisco. No obstante el día lluvioso, miles de personas se reunieron en torno a la Porciúncula, la capilla donde nació la Fraternidad Franciscana y donde el “Poverello de Assisi”exhaló el último suspiro.

En la celebración participaron diversas autoridades, tanto religiosa como civiles: Obispos proveniente de diversas regiones italianas (sobre todo de Sicilia), los Ministros Generales de la Primera Orden, entre los cuales fr. Roberto Genuin, representantes de las Instituciones civiles de Asís y de la Región de Sicilia, los religiosos y religiosas de la familia franciscana y más de cinco mil files. Este año le corresponde el turno la Región Sicilia para homenajear al Patrono de Italia “ofreciendo el aceite” que tendrá encendida todo el año la lámpara que arde frente a la tumba de San Francisco.

La celebración de las Vísperas fue presidida por Mons. Corrado Lorefice, Arzobispo metropolitano de Palermo y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de Sicilia y se desarrolló en una atmósfera de vibrante y profunda espiritualidad, recordando los últimos momentos de San Francisco el 2 de octubre de 1226. Durante la celebración se cantaron solemnemente los salmos y, en un clima de atento recogimiento, se leyó el capítulo XIV de la Leyenda Mayor de San Buenaventura, donde se narra los acontecimientos más importantes de la tarde del Tránsito, y comienza recordando que habían pasado dos años de la impresión de las llagas (FF 1239), de las que estamos celebrando el VIII centenario este 2024.

Mons. Lorefice, en su homilía, recordó el doble despojo de San Francisco, el primero delante del Obispo de Asís, que lo hace consiente de ser de ser creatura e hijo del Padre que está en los Cielos; y el segundo poco antes de su muerte, signo de la total entrega de su cuerpo a Dios y a los hermanos, para ser restituido a la tierra y entrar en el abrazo paterno del Creador. El Arzobispo palermitano luego sintetizó el momento celebrado, casi explicitando el carisma franciscano y nuestra misión en el mundo: “La memoria del tránsito de Francisco, nos conduce a nuestro ser creaturas mortales, hijos y hermanos/hermanas: creaturas, no Creador, mortales no eternos; hijos amados, no esclavos; hermanos/hermanas, no enemigos catapultados en el mundo campo de batalla. Hermanos y hermanas del único Padre que sostiene la Tierra como una fraterna ‘Casa común’ perfumada de amor y de paz, como un ‘jardín fecundo’ con el bosque en el centro, siempre verde de Vida”.

La celebración concluyó en un clima de alegría y de compartir fraterno que se extendió hasta la Vigilia con los jóvenes de la Región Sicilia. La hermana lluvia, como la definía Francisco, acompañó la tarde y la vigilia nocturna.

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Transito di San Francesco- Porziuncola 2024