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Pastoral Móvil en Boston y Nueva York

Comida, abrigo, oración … on the road.

BOSTON, Estados Unidos — En los últimos cinco años, nuestra Provincia de Santa María, Nueva York, realiza un servicio muy inspirador. Se trata del “Ministerio Móvil”: un furgón cargado de comida, abrigo y oración que atraviesa las calles de Nueva York y Boston. No se trata de una mesa de los pobres ordinaria, sino una iniciativa que ofrece “recursos espirituales por la calle”, como define fr. Paul Fesefedt. En ellos últimos cinco años la Provincia de Santa María comenzó un ministerio itinerante que une el sustento material con el cuidado espiritual, dirigiéndose a las personas sin techo, recorriendo las calles de la ciudad.

La idea, nacida durante la pandemia de Covid-19 y luego desarrollada en una meticulosa organización, se basa en un principio simple y profundo: toda persona que se encuentra por la calle no es sólo un asistido, sino una parte espiritual de la comunidad. Un grupo de frailes, entre los cuales fr. Samuel Fuller, fr. Anthony Zuba y fr. Francesco Serrano, dirigen la iniciativa junto a unos sesenta voluntarios. Estos últimos se ocupan de preparar los emparedados, cargar los furgones con la comida y bebida donada por empresas y privados, y participando en el servicio a los destinatarios durante el “tour”.

Pero el corazón del servicio-ministerio es otro. Los frailes y los voluntarios anotan los nombres de los que piden ayuda, oración, o simplemente un rosario. Cada día, durante la oración de la fraternidad, estos nombres son leídos, transformados en simple gesto de caridad en una profunda conexión espiritual.

Frecuentemente, en Boston, el furgón hace un recorrido ya consolidado: Central Square, Harvard University, la Biblioteca de Cambridge, la Biblioteca pública de Boston, la Veterans House, el Boston Common y finalmente Nubian Squire, la última etapa. Decenas de personas recibieron no sólo una comida caliente o un abrigo, sino también la cercanía y una oración.

“Un hombre muy amable se acercó y sólo pidió oraciones por él”, cuenta uno de los frailes, describiendo el encuentro en la parada en la Biblioteca de Cambridge. “Me sentí bendecido por orar por este hombre, que, luego de nuestra simple oración, se sintió muy reconfortado”.

Esta es la esencia de la iniciativa: nos sólo nutrir los cuerpos, sino también las almas, ofreciendo un rayo de esperanza y un sentido de pertenencia a quien vive en la calle.