Ordo Fratrum Minorum Capuccinorum ES

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updated 5:08 PM UTC, Apr 16, 2024

Curso misionero interfranciscano en Bruselas

Bruselas. “Testimoniar la alegría de vivir el Evangelio en fraternidad es hoy la principal tarea de los misioneros franciscanos”, dijo fr. Mauro Jöhri, Ministro general de los frailes capuchinos, a los once participantes del Curso Misionero Interfranciscano, que se desarrolló en Bruselas de septiembre a noviembre de este año 2017.

El curso de tres meses de formación misionera, ideado y dirigido anualmente por los secretarios para las Misiones de las tres Órdenes Franciscanas, tuvo lugar en la Fraternidad internacional de los Frailes Menores en Bruselas. El curso, realizado cada año en inglés y francés, tiene el objetivo de preparar y reforzar a los hermanos misioneros para ser al mismo tiempo eficientes y eficaces en la vida y apostolado. Este año participaron del curso once hermanos, de los cuales cuatro frailes menores, cuatro capuchinos y tres conventuales. El curso fue animado por fr. Gian Francesco OFM, fr. Alphonse OFM Conv. y fr. John Peter OFM Cap.

Fr. Michael Perry, Ministro general de los Frailes Menores, inauguró el curso insistiendo en que la vocación franciscana es esencialmente misionera. Los participantes era un grupo de hermanos, algunos ya misioneros y otros esperando llegar a la misión. El programa no consiste sólo en la formación para la misión, sino también en la formación para la vida fraterna franciscana y la convivencia. Es algo más que recibir información sobre distintos temas, consiste más bien en compartir la misma vida como franciscanos. Compartiendo la misma vocación misionera franciscana, los participantes encontraron nuevos modos de ser hermanos menores. La vida fraterna interfranciscana los enriqueció para ser testimonio de la “fraternidad evangélica” en el contexto misionero contemporáneo.

La experiencia de misión de algunos participantes que ya están misionando, enriquecieron las conferencias con los modos concretos de afrontar los desafíos de la misión de hoy. Los talleres y las sesiones informativas abarcaron desde la teología de la misión, la misionología franciscana, a la historia de las misiones en los distintos continentes y los desafíos misionarios hodiernos en función del enriquecimiento personal desde el punto de vista psicológico y espiritual. Los participantes fueron invitados el martes a servir a los pobres en los centros de servicio del convento conventual de San Antonio y al Poverello de la ciudad de Bruselas. El domingo los servicios pastorales en los distintos centros de Bruselas y alrededores los ayudó a tomar contacto con las situaciones contemporáneas de la iglesia europea. Además los misioneros tuvieron la posibilidad de visitar algunos lugares como Brujas, Aquisgrán, Bon, Colonia y París. Las peregrinaciones al Santuario mariano de Banneux y, al finalizar del curso, a Roma y Asís ayudaron a los misioneros a enriquecerse espiritualmente y a crecer en el amor a Dios.

Hoy ser misionero significa estar implicados con las personales en su contexto socio-económico y cultural. Es un gran desafío misionero y una tarea en la proclamación del Evangelio a los no cristianos y a los cristianos no practicantes, en una sociedad multicultural cada vez más secularizada. Enriquecidos por el curso, los misioneros maduraron la convicción de su llamado especial a vivir y servir a la gente y la Iglesia lejos de su cultura y geografía. Adquiriendo una mentalidad abierta y preparados a estar culturalmente integrados, los misioneros están preparados para ser verdaderos Franciscanos itinerantes al servicio de los desventajados y los marginados en las periferias sociales. El curso inculcó a los frailes una renovada pasión por la misión, cultivando en ellos una firme convicción para enfrentar los desafíos misioneros.

La misión franciscana es más “ser” que “hacer”, subrayó fr. Marco Tasca, Ministro general de los frailes conventuales. En el día conclusivo, los Ministros generales de los Capuchinos y de los Conventuales confirieron el mandato misionero a cada uno de los participantes para ser testigos del Evangelio y del carisma franciscano, para vivir el Evangelio en minoridad y fraternidad. El curso preparó y formó a los misioneros para ser hacedores de amor fraterno y de compasión para todas las personas a las que sirven.

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Modificado por última vez el Sábado, 09 Diciembre 2017 22:18