Proclamación de la Provincia capuchina de Angola
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Lunes 29 de agosto de 2016
El domingo 28 de agosto tuvo lugar la proclamación de la Provincia capuchina de Angola. La misa de proclamación fue en la parroquia de Nuestra Señora de Fátima.
El 2 de agosto de 2016, fiesta de Santa María de los Ángeles de la Porciúncula, fue un día memorable para los capuchinos de Angola: fue el día de la apertura de los festejos por la proclamación de la Provincia de los Capuchinos en ese país.
De hecho, el 28 de agosto, la circunscripción de los capuchinos de Angola fue erigida Provincia luego de 68 años de presencia en esas tierras en época moderna y 190 en época antigua. En época modera los capuchinos llegaron en 1948, aunque antiguamente estuvieron desde 1645 hasta 1835.
Los capuchinos en Angola recorrieron un largo camino con una gran experiencia, a través de múltiples vicisitudes gloriosas y trágicas. Conocieron períodos de paz y de guerra, de crisis y de prosperidad. Fue una historia de crecimiento hasta nuestros días.
Los superiores, en una evaluación hecha a diversos niveles, reconocieron una avanzada madurez, pronta para un nuevo título. La Provincia capuchina naciente es hija de las Provincias madres de Portugal y de Venecia, que, ya adulta, puede vivir con sus propias fuerzas, siempre unida a la gran familia presente en todo el mundo y que tiene a Roma como centro de la unidad universal, siempre fiel a la Iglesia.
La presencia en Angola desde 1645 a 1835. En Luanda los capuchinos son una presencia tradicional, en la parroquia de Fátima donde está el seminario San Antonio; aún conocido como fraternidad de los capuchinos portugueses, junto a Fátima, considerada de Venecia.
Al inicio no fue así. La sede principal se encontraba en Caxito, en la capital de la provincia de Bengo, 60 km más al norte. Existía una propiedad agraria llamada Tentativa, que producía azúcar de caña y empleaba a 5.000 trabajadores. Existe aún hoy un santuario dedicado a Santa Ana. Hablamos de sus inicios. Los dos primeros capuchinos que el 22 de agosto de 1954 se embarcaron en Lisboa en el buque “Rita María”, y atravesando el ecuador para llegar a Angola, fueron el brasileño fr. Cirilo Vargas y el portugués fr. Lourenço Torres Lima, ambos tenían alrededor de 30 años. Luego e 16 días de navegación estos dos misioneros entraron en el fascinante puerto de Luanda antes de la puesta del sol del 6 de septiembre, mientras los rayos del día que acababan traspasaban las jóvenes hojas de las palmeras circundantes.
La idea de abrir una misión en Angola fue asumida por los capuchinos portugueses el 22 de enero de ese año y aprobada satisfactoriamente el 30 de julio. Con el aumento del número, en 1955 siguieron hacia el norte y se establecieron en la misión de Nambuangongo a 120 km. de Luanda.