Fiesta de San Francisco, Asís 2024
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El 4 de octubre de 2024, en Asís, la solemnidad de San Francisco tuvo varios acontecimientos, todos muy significativos, teniendo como momento central la celebración Eucarística de las 10:00, que reunió millares de personas, incluidas las autoridades eclesiásticas y civiles de Italia, en particular de la región de Sicilia, a los que siguieron los discursos de las autoridades civiles, pronunciadas desde la logia que está delante de la Basílica inferior.
Nosotros sólo nos detenemos en un momento que vio a los Capuchinos como protagonistas. A las 8:00 en la Basílica inferior de San Francisco en Asís, nuestro Ministro General, fr. Roberto Genuin, celebró la Eucaristía, que reunió a hermanos proveniente de diversas regiones de Italia y del mundo que ese momento estaban peregrinando a la tumba de nuestro Padre San Francisco. Participaron también religiosas de diversas congregaciones pertenecientes a la familia capuchina y laicos que nos acompañan y se reúnen en nuestros conventos. La celebración se desarrolló en un clima de fraternidad y simplicidad, donde se percibía una atmósfera de alegría por celebrar juntos, como una familia, entrono a la tumba de San Francisco y de algunos otros frailes de los albores franciscanos.
Fr. Roberto Genuin, en su homilía, nos recordó una realidad preocupante, constantemente presente en el corazón del hombre, es decir, la violencia a todos los niveles, el deseo de venganza, la guerra, la sed de dominio. Tal propensión es la consecuencia de lo que acontece cuando el hombre razona como si “fuese Dios” y decide hacer “justicia” por sus propias manos, a cualquier costo. En este sentido es que “San Francisco, en esta atmósfera terrible que el mundo respira, vuelve a proponernos con fuerza –continuamente, desde hace ocho siglos hasta el presente– un camino distinto para evitar hundirse en el abismo de la violencia y para reparar la casa de la humanidad tan gravemente lesionada. Es el camino de reconocer que cada uno es capaz de amar, en lugar de odiar; es el camino de la simple humildad; es el camino del don humilde de sí, más que de la exigencia cínicas a los demás; es el camino de la acogida del otro como hermano, más que como enemigo”.
Este camino de conversión y de cambio de mentalidad de San Francisco no nace de sí mismo, sino de una “constante y humilde confrontación con el Evangelio, que fue el fundamento de la vida del Santo y debe ser el fundamento de nuestra propia vida. Dios, de hecho, revela su benevolencia a quien sabe ser pequeño y pobre, y no tiene miedo de dejar que el Señor y su Evangelio informen la propia vida, el propio modo de sentir, pensar y hacer”.
La profunda y sintética reflexión del Ministro General concluyó agradeciendo al Señor por el don de nuestro carisma para nosotros mismos y para el mundo, además de pedir la intercesión de “Frate Francesco” para que podamos seguir verdaderamente a Jesús, para poder establecer relaciones de fraternidad y de misericordia con quienes nos rodean y así vivir con intensidad nuestra vocación capuchina.
Al terminar la celebración, los hermanos compartieron el desayuno en nuestro convento de la Inmaculada Concepción, a pocos metros de la Basílica de San Francisco.