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Jesús en el centro

Jesús en el centro

Entrevista a Fray Celestino Aos OFMCap
Cardenal Arzobispo de Santiago de Chile

1.    ¿Cómo nació tu vocación de hermano menor capuchino?

Yo me hice capuchino porque conocía a los capuchinos y en mi pueblo había un padre, un sacerdote que venía a celebrar la misa, tenía su familia allá; pero también había, lo que se llamaba entonces, un hermano lego, alguien que iba a pedir limosna. Yo conocía a estos hermanos que eran populares y que además eran santos. Yo quería ser también santo; quería ser capuchino, sacerdote y santo.

2.    ¿Qué recuerdos tienes de tu periodo de formación inicial?

En estos días en que he estado en cuarentena aquí en Santa Marta (Vaticano) uno de los ejercicios que he hecho ha sido repasar mi formación. He ido, uno a uno, trayendo a la memoria y al corazón a los formadores de Alsasua, de Zaragoza, a mi maestro de novicios. Soy de uno de los dos noviciados que tuvo fray Lázaro Iriarte OFMCap como maestro de novicios y después, en Teología. He ido repasando y he ido admirando cada vez más aquellos hombres a quienes conocí. A algunos les tuve incluso miedo porque eran muy exigentes. Pero he dado gracias a Dios porque puedo decirlo a boca llena, he encontrado realmente sacerdotes, religiosos, capuchinos, hermanos que verdaderamente me asombran ahora y me asombraron entonces por su virtud, por su santidad, realmente hermanos. Hemos tenido y tenemos grandes hombres y estoy que agradecerlo a Dios grande formadores, no tanto porque fuese educadores con sus discursos sino por el ejemplo de su vida.

3.    La Orden tiene casi 2000 jóvenes en formación inicial. ¿Qué consejo les darías para que lleguen a ser buenos hermanos menores?

A estos jóvenes que están en formación yo les diría lo primero de todo, que se enamoren de Jesucristo; que pongan a Jesucristo en el centro, porque sin eso todo se viene abajo. Ni todas las teorías del franciscanismo, ni del ecologismo, ni de la eclesiología. Cristo es una persona. Cristo nació de la virgen María, la Madre pobre del rey pobre. Cristo vivió y murió, Cristo resucitó. Cristo nos ama y nos redime y esto es lo importante en la vida cristiana y en la vida franciscana. Y el segundo lugar les aconsejaría esto que he visto en mi propia vida: que estén con los ojos abiertos para acoger a los hermanos: el Señor me dió hermanos y estos hermanos, que tienen ustedes de formadores, tienen sus defectos, tienen sus debilidades, pero sin embargo tienen tanta virtud, tienen tantas cualidades, que ahí es donde ustedes van a encontrar puntos de referencia. Y el tercer punto, les diría algo que a mí me repitió, una y otra vez, el maestro de novicios y después en la teología: que lo más importante es la disponibilidad y el espíritu de sacrificio. Las capacidades que uno pueda tener intelectuales, más o menos altas, la especialización etcétera, va a servir de poco. Lo más importante para el hermano va a ser este corazón fraterno, que se forma desde el interior con la ayuda del Espíritu Santo y desde el exterior también con la ayuda de los hermanos. Son los hermanos, ya lo decía ese refrán que: si santo has de ser, tu hermano te ha de hacer, es una cosa un poco malévola, pero es la gran realidad. Nos hacemos hermanos, nos hacemos franciscanos, siendo hermanos, de manera que ustedes no duden en enamorarse de la Orden Capuchina, que no está en los libros, sino que está en los formadores, en los hermanos que ustedes tienen. Les deseo que sean unos buenos Capuchinos. Que sean unas personas felices. Paz y bien a todos y a cada uno.

Transcripción de la entrevista realizada por fr. Jaime Rey de la Secretaría general de la formación.

Video - https://youtu.be/Zc4eh6MzXh0

 

Modificado por última vez el Lunes, 25 Enero 2021 11:53
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