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¡Feliz cumpleaños, BICI!

400 “números” de Historia del BICI

La publicación del volumen 400 del “Boletín de Informaciones Capuchinas Internacionales” (BICI) marca un momento de fiesta y reflexión para la Orden. Por más de medio siglo el BICI fue un pilar en la vida comunitaria, uniendo, a través de la comunicación, a los frailes de todo el mundo. Este hito histórico nos invita a recorrer la historia de una publicación nacida de una visión profética y alimentada por un constante compromiso por la fraternidad.

De la Reflexión al Nacimiento: los antecedentes

La historia del BICI hunde sus raíces en los profundos cambios del siglo XX, en particular en el espíritu de renovación del Concilio Vaticano II. El decreto conciliar Inter Mirifica (1963) reconoce el papel crucial de los modernos medios de comunicación en la vida de la Iglesia, exhortando al uso de estos instrumentos para la evangelización y la comunión interna. Este documento, profético para la época, fue el catalizador de una reflexión que se extiende a todos los institutos religiosos, incluidos los Capuchinos.

La necesidad de un órgano de comunicación se expresó fuertemente en el Capítulo General Extraordinario de 1968. Los hermanos sentían la carencia de comunicación entre las Provincias, la pastoral y las misiones de la Orden. La ausencia de un “centro de comunicación” para compartir noticias y crear un sentido de unidad era un obstáculo en un mundo en contante cambio. Este debate, unido a la totalidad de las reflexiones del Capítulo General, llevó a incluir un artículo específico sobre las comunicaciones sociales en la renovación de las Constituciones de la Orden: se trataba de un paso revolucionario que reconocía la importancia de los medios para unir, informar y sostener a los hermanos de todo el mundo.

Como se ha dicho, en el Capítulo General Extraordinario, los hermanos afrontaron abiertamente la cuestión. Percibieron una grave falta de comunicación regular entre las Circunscripciones y presencias en el mundo, reconociendo que la fraternidad no debía continuar sin un instrumento de unión que la nutriese en los tiempos modernos. Se discutió la necesidad de “crear un órgano central de comunicación y simpatía a través de la comunicación”, elementos esenciales para un sentimiento de familia.

La propuesta se instituir una Ofician de Comunicación permanente en Roma fue inicialmente ambiciosa y encontró dificultades prácticas, principalmente para encontrar frailes idóneos. Por esto, en 1970, se optó por una solución pragmática: crear una pequeña oficina que trabajase junto con la redacción de la Analecta OFMCap, para producir un boletín en lengua vernácula, más accesible y fraterno.

El Nacimiento del BICI

La decisión de crear una Oficina de informaciones y un Boletín fue tomada. Inicialmente fue llamado Periodici informationis internationalis. El boletín nació buscando comunicar los eventos institucionales, pastorales y carismáticos en un lenguaje simple y accesible. El primer número, publicado en enero de 1971, fue concebido como una “unión entre todos los hermanos de la Orden”, como un instrumento para una mayor comprensión recíproca.

Al inicio, por dificultades personales, el boletín fue redactado en francés, en Roma, y luego traducido en parte en la Curia General y en parte en las diversas Conferencias. En septiembre de 1971 asumió el nombre definitivo, “Boletín de Informaciones Capuchinas Internacionales”, con el acrónimo BICI, que se convirtió en un lugar de referencia para los frailes de todo el mundo hasta el presente.

La Resiliencia y el pasaje a lo Digital

Los siguientes años no estuvieron privados de dificultades. Una crisis entre 1981 y 1982 amenazó la continuidad del BICI, a causa de la falta de noticias y la escasa colaboración. El entonces Ministro General fr. Flavio Roberto Carraroafrontó la situación con decisión proponiendo una consulta global. La respuesta de los frailes fue unánime: el BICI era vital para nutrir el sentido de pertenencia y para la comunicación. Este impulso de confianza fue el catalizador de una renovación que reforzó la misión del boletín.

Con la llegada de la era digital, el BICI supo adaptarse para renovar un vehículo de comunicación eficaz. El pasaje definitivo al formato digital llegó en 2007, con ocasión del número 200º. Esta opción, madurada luego de una atenta reflexión, respondió a la creciente necesidad de velocidad y conectividad. Hoy, el BICI no es más una colección de noticias, sino un todo integral de multimedia que utiliza videos, audios y fotos para narrar la vida de la Orden en un mundo cada vez más interconectado.

Un Futuro de Fraternidad

El BICI 400 no es sólo un logro editorial, sino un símbolo de perseverancia y dedicación. Su historia demuestra que la comunicación fraterna es un elemento esencial de la vida religiosa en este mundo interconectado. Este boletín es un puente que une las diversas expresiones del carisma capuchino, una “caja de resonancia” –como decía el Ministro General fr. Flavio Roberto Carraro– que da voz a las experiencias de renovación y testimonia la vitalidad de la Orden. Su éxito sigue dependiendo de la continua colaboración alegre y responsable de todos los hermanos. Esperamos que el BICI continue siendo un punto de referencia que una, informe e inspire a los frailes de todo el mundo. Agradecemos a todos los frailes que, a lo largo de estos 54 años de historia, prestaron su servicio para dar vida al Boletín, y, en particular, a la Oficina de Comunicaciones.